martes, 15 de septiembre de 2009

ALGUIEN ME HIZO LLEGAR ESTE CORREO ES SOBRE EL ASESINATO DE LA FAMILIA FUENTES EN VILLAHERMOSA.

Aunque no estoy seguro si sea realmente Chuy Zurita quien hizo este editorial lo pongo aqui a su consideración porque vale la pena los comentarios.

Coincido en que lo mejor que se puede sacar de hechos como este es el llamado de atención para construir una mejor sociedad desde todas nuestras trincheras y hacer cada dia mejor a ese nuestro amado pais que es un ejemplo vivo de lo que las desigualdades, el libertinaje y la falta de educación pueden hacer en una sociedad en estos tiempos.

Para resaltar aun mas la paradoja de que somo testigos: ¿Cómo es posible que una persona que hizo tanto por la educación en nuestro estado por su brillante paso como rector de la UT terminara sus días muerto de forma tan lamentable a manos de unos engendros de lo mas bajo que ha producido precisamente nuestro fracasado sistema educativo y social?... algo anda muy mal pero en nosotros esta enmendarlo...

SIBILLA.- Bien, pues ¡Gracias Carmen! He de decirle que Pepe Fuentes no fue mi gran amigo, lo conocí porque estudió la preparatoria con mi esposa; cuando fue rector luego de la Universidad Tecnológica de Tabasco, Pepe se acercó a mí, comimos y platicamos, me contó de sus proyectos, de sus sueños, como él mismo les llamaba, nos veíamos eventualmente, intercambiamos saludos, a veces me preguntaba mi opinión sobre algún acontecimiento político.
Y yo recuerdo que cuando quiso ser candidato a la Presidencia Municipal de este municipio, de Centro, por primera vez, me lo encontré con su esposa y sus hijos, con los que siempre andaba, se apartó de jugar con los niños, y me dijo que se había ido al mar, a la orilla del mar a reflexionar y a tomar decisiones, al final no negoció, y Evaristo Hernández fue el candidato y después el presidente municipal de este municipio.
Pepe se dedicó entonces a construir su segunda oportunidad para poder ser presidente municipal.
De cuando en cuando iba a la oficina a platicar conmigo o con Emmanuel, mi hermano, la última vez que estuvo en la oficina fue la semana pasada, platiqué con él no más de 15 minutos, luego entró a la oficina de Emmanuel a platicar con él.
El viernes pasado por la mañana fue la última vez que estuvo en Telerreportaje, cuando vino con Jesús Alí a saludarnos y a anunciar el inicio de sus campañas políticas respectivas.
Pepe Fuentes fue un político equilibrado, que privilegiaba el diálogo y el buen entendimiento, todavía el viernes un reportero le preguntaba: “Si te dan un golpe bajo ¿Qué harás?” y de inmediato respondió muy seguro: “No responderé”.
Pepe amaba por sobre todas las cosas a sus hijos, con los que convivía y jugaba mucho, y claro a Lilián su esposa, inseparable, y que además de ser su consejera, lo ayudaba en las actividades que emprendía, Lilián lo animaba y lo defendía, lo consolaba, y lo impulsaba y lo estimulaba; sin embargo, candidatura, sueños, esposa, hijos y valores se sumaron de forma brutal, de forma sorpresiva y trágica.
Las autoridades dicen que lo hicieron cuatro jóvenes, de los cuales ya tres fueron atrapados y están confesos, algunos dudan de la versión, otros se aferran a ella, yo quiero creerla, pero me cuesta trabajo imaginar tanta saña, ¡Tanta sangre fía, tanto desprecio por la vida, tanta maldad, tanta perturbación mental de estos presuntos asesinos, estos ladrones y violadores, que además hicieron lo que hicieron sin el influjo de alguna droga o licor, por lo menos no lo menciona el procurador en la rueda de prensa que ayer dio.
Enfrente pues tenemos a una clase política que regularmente se hace pedazos, se destroza, pero que este crimen hoy los reunió en el mismo lugar, en el Recinto Memorial, en el panteón, y los unió en el dolor, en el descontrol humano, en el descontrol político, en el temor y en el reclamo, el mismo Jesús Alí, candidato a la presidencia municipal de Centro dijo: “Tengo miedo”.
Enfrente tenemos un crimen, una tragedia, una desgracia familiar, una sociedad consternada, enojada, impotente, con ganas de protestar sin atreverse, con ganas de gritar pero su grito se ahoga en el temor, temor a los que los agreden, y temor a quienes se supone que los cuidan.
Enfrente tenemos a una sociedad que no sabe qué hacer, a una sociedad que en buen número se quiere ir del estado, y de hecho los que pueden ya se han ido, y otros que también pueden, están preparándose para el dolorisísimo autoexilio; si algo tenemos los tabasqueños es que somos arraigados, somos gente enamorada de nuestra tierra, de nuestras raíces y de nuestra cultura.
Hoy tenemos una sociedad que poco a poco deja de frecuentar los restaurantes, bares y centros nocturnos para cambiar sus reuniones a sus casas, buscando así la seguridad que no han sabido o podido darles quienes deberían.
Hace algún tiempo, lo decía en este mismo espacio, estamos viviendo el fruto de lo que hemos sembrado, la cosecha se está pudriendo, esta sociedad está enferma y a punto de entrar en fase terminal y nos estamos equivocando en el tratamiento, creo que no hemos hecho la reflexión adecuada, nos subimos al tren bala y nos lleva derecho al precipicio y no hay quien pare para corregir el rumbo, me impresiona cómo el ser humano ha logrado tanto, tantos adelantos en todos los órdenes y sin embargo no ha podido dejar de matarse, de robarse, de engañarse y de extender la corrupción por doquier.
Fíjense que el ser humano ha podido llegar al espacio exterior y desde ahí establecer videoconferencias en millones de kilómetros de distancia, sin ir muy lejos, José Hernández, este astronauta de origen mexicano habla con las televisoras y da conferencias de prensa desde tan lejos, sin embargo todo eso que ha logrado el ser humano y no sabe el hombre, no sabe la mujer comunicarse adecuadamente con su hijo.
Cada vez tenemos mejores y más eficientes celulares que nos intercomunican desde cualquier parte del mundo, sin embargo no logramos comunicarnos adecuadamente con nuestra esposa, sostenemos diálogos de sordos, no sabemos escuchar y al no saberlo hacer perdemos la oportunidad de entendernos, los políticos tampoco logran comunicarse adecuadamente, el teléfono está descompuesto y nosotros lo hemos descompuesto.
Dinero, poder y placer han superado al ser y todo se puede lograr, hoy todo se puede hacer, estos modernos valores del ser humano que en realidad no son tan nuevos, lo que pasa es que antes teníamos un mejor balance de las cosas, porque, el respeto, la dignidad, la bondad, la caballerosidad, la honestidad, el amor al trabajo, la humildad, la sencillez estaban siempre acompañándonos y nos lo enseñaban nuestros padres, nuestros abuelos, los maestros, los sacerdotes y ministros, sin embargo algo sucedió y la sociedad ha cambiado y nuestras vidas también.
Alguien me preguntaba el sábado pasado después del asesinato: “¿Y ahora qué vamos a hacer?” y mi respuesta fue: educa a tus hijos en los valores que hacen ser y no solo tener, dales ejemplo de lo que les enseñas, sé coherente en tu vida, has que te amen y respeten y no que te teman, enséñales a amar, respetar a Dios, a tu prójimo y a la vida, rescata los mandamientos de la ley de Dios, a los que la sociedad ha reemplazado por leyes humanas que muy poco respetan con convicción.
Ayuda a los amigos de tus hijos con buenos consejos y ejemplos de vida, escúchalos y sé multiplicador de los valores empezando por el valor de la familia que es al final de cuentas la fabricante de ciudadanos, ciudadanos que vendrán a ser mejor o peor este mundo, pensémoslo bien, si educamos adecuadamente no entregaremos a la sociedad émulos de bestias sin piedad ni remordimientos.
No podemos seguir educando en el seno familia políticos corruptos, narcotraficantes, violadores, asesinos, ladrones porque de ahí de la familia nacen todos ellos, en una palabra, no podemos seguir educando lacras de la sociedad, la cosecha puede ser buena pero para ello tenemos que sembrar semillas sanas y bien fertilizadas, si no después, no nos quejemos porque lo que acaba de suceder, entonces solo será una broma trágica, una pesadilla sin final”.
No podemos olvidar aquel viejo cuentito en el que el abuelo platica con el nieto y que le dice que dentro de él habitan dos lobos, uno lleno de odio, ira y violencia y el otro lobo lleno de bondad, paciencia, tolerancia y amor y el nieto pregunta: “¿Y cuál de los dos ganará?” Y el abuelo responde: “al que yo alimente”.
Papás, maestros, jóvenes, si alimentamos nuestro interior con pornografía, con violencia, con esos periódicos que muestran imágenes terribles que casi, casi los puede uno exprimir y salir sangre de ellos, si seguimos alimentando con gritos, insultos y dejamos de alimentar con las cosas que refuerzan positivamente el espíritu, entonces tendremos los resultados que hoy tenemos y peores también, en nosotros, en esta sociedad está la respuesta. ¿Qué queremos? .

Yo agregaria, ¿Sabes donde esta realmente tu hijo en estos momentos?

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